Las condiciones laborales y ambientales en que se construye esta obra violan todas las normas legales a vista y paciencia de la mandante que el Ministerio de Obras Públicas y el Consorcio Puente Chacao S.A., (CPC).
“Estamos trabajando con la precariedad que teníamos en dictadura”. El campamento levantado por la contratista ECAP no alcanza para todo el personal y sus condiciones son indignas, piezas sin calefacción, solo una luz y un enchufe, sin TV, sin internet y lejos del poblado. Otros trabajadores en casas particulares hacinados. El transporte durante los días de trabajo y para volver a los hogares es deficiente e insuficiente. Las barcazas de traslado se retrasan horas para transportar a los trabajadores, sin que la empresa pague las horas extras, en medio de condiciones climáticas inhóspitas, sin los elementos de protección personal adecuados y que cuando se deterioran y no son reemplazados oportunamente. Una treintena de trabajadores contagiados con Covid-19 en ECAP y un centenar en cuarentena en pésimas condiciones. Para que hablar de esparcimiento, no existe ninguna preocupación por la salud mental de los trabajadores, ya ha habido varios intentos de suicidio.
Otra contratista, la empresa TREVI, ha despedido impunemente a tres dirigentes sindicales, pese a la mediación de la Inspección del Trabajo.
Las empresas contratistas y la propia mandante vierten polímeros en tierra y en mar e innumerables residuos sólidos y líquidos que provocan daños irreparables en la flora y fauna del lugar afectando a las comunidades que viven de la recolección de frutos y recursos del mar.
Todo este clima de super explotación laboral y ambiental cuenta con la complacencia del Ministerio de Obras Públicas y la empresa Consorcio Puente Chacao, CPC. La obra la difunden por los medios de comunicación y redes sociales como un gran avance de modernidad para el país ocultando las pésimas condiciones en que se está construyendo.
EL ENTUERTO EMPRESARIAL
Concebido originalmente en la década de 1960, la obra fue postergada en diversas ocasiones desde su anuncio a mediados de los años 90. Tras ser cancelado en 2006 por el gobierno de Michelle Bachelet, por su alto costo, el proyecto fue reactivado por el gobierno de Sebastián Piñera en 2012, presidente multimillonario de Chile con fuertes inversiones en la Isla Grande de Chiloé. El proyecto cercano a los 800 millones de dólares fue adjudicado al Consorcio Puente Chacao S.A., (CPC) en 2013.
El Consorcio Puente Chacao S.A., es un engendro empresarial creado para encargarse del diseño y construcción de esta obra en la región de Los Lagos, liderado por la surcoreana Hyundai, e integrado por la noruega Aas-Jakobsen y la francesa Systra, hasta 2019, la brasileña OAS también era parte del Consorcio Puente Chacao S.A., si, la misma empresa que financió políticos truchos en toda América Latina.
El mismo año 2019, antes del estallido social, el gobierno de Piñera le otorgó 138 mil millones de dólares adicionales, luego que el vicepresidente de la División de Infraestructura de Hyundai, Ji Sang Ju, el intendente Harry Jürgensen y el seremi de Obras Públicas, James Fry, recorrieran la obra en el sur de Chile.
El “Estado subsidiario” les asegura onerosas ganancias a las empresas extranjeras, y como consecuencia miserables sueldos y condiciones de trabajo a los trabajadores que son quienes verdaderamente construyen la obra.
EL ORIGEN DEL PROBLEMA ES EL CAPITALISMO
Aprovechando la ventajosa ley de subcontratación que promulgó el primer gobierno de Bachelet y que aplaudió la Central Unitaria, los obreros son sub-contratados por empresas menores que producto de la legislación sobre negociación colectiva imperante en Chile solo permite a los sindicatos negociar por cada razón social. De esta forma el Sindicato SINTRASAR logró un contrato colectivo con la empresa TREVI Chile en la construcción de los tres pilotes que son la base del puente colgante (pilote del lado norte en las cercanías de Pargua, el pilote central sobre la roca Remolino en medio del canal y el pilote sur en las cercanías de Chacao).
El contrato colectivo que está vigente hasta el 20 de julio de 2021 contempla reajustabilidad de remuneraciones por IPC anualmente, establece los sueldos para eléctricos, riggers, soldadores, mecánicos, ayudantes, auxiliares y choferes, jornada de 10×5, bonos sociales, aguinaldos, escolaridad, días de permiso, transporte local, bono de locomoción y costo de pasajes por zona, pago de horas de traslado, alojamiento, alimentación, ropa de trabajo de invierno, seguro complementario de salud, aportes para capacitación, y extensión de beneficios para los trabajadores que se afilien al Sindicato.
Pues bien, al terminar la construcción de las fundaciones de los pilotes, la empresa ha despedido a los dirigentes sindicales indicando la finalización del contrato civil con el Consorcio Puente Chacao S.A. y pretende decretar la muerte del contrato colectivo. Realizada una mediación en la Inspección del Trabajo de Puerto Montt la empresa contratista no se allanó al cumplimiento de la ley. La practica antisindical se judicializará mientras siguen las condiciones miserables en la construcción.
Ahora ha entrado en escena una empresa que construirá las torres desde las cuales colgará el puente, se trata de otro invento jurídico denominado ECAP empresa que negoció con un sindicato de empresa condiciones más bajas que las establecidas ene el contrato colectivo con TREVI.
CONSTRUIR EL NUEVO CHILE AHORA
Para superar esta situación se requiere negociación supraempresa, unidad entre los trabajadores y las comunidades, tarifado de sueldos y beneficios de alto estándar para quienes construimos y generamos la riqueza, la clase trabajadora.
No se trata solo de respeto hacia los trabajadores, se trata de acabar con la clase patronal que solo acumula la riqueza que nos expropia día a día.
Para diseñar, para gerenciar, para administrar, para construir, para realizar una obra como esta no necesitamos una empresa multinacional que lucre, todo lo contrario, esas empresas solo causan daño a las personas y al medio ambiente. Necesitamos una clase trabajadora empoderada y unida en todos los ámbitos para acabar con el capitalismo, y construir esta y otras obras con calidad y en condiciones dignas.
Otro Chile podemos construir. Otro Chile vamos a construir.
Federación de Sindicatos de la Ingeniería y Servicios, FESIN.