Como Federación queremos rendir un póstumo homenaje a tres personas fallecidas en el último tiempo que fueron actores importantes en el sindicalismo chileno.
En primer lugar, a nuestro compañero Roosvelt Silva, obrero de la construcción, dirigente de la histórica huelga en la construcción de la planta hidroeléctrica Colbún en plena dictadura de Pinochet y fundador de la Federación de Trabajadores de la Construcción y la Madera, FETRACOMA a fines de la década de los 90. Luego apoyó la constitución de la Federación FESIN en el año 2001. Roosvelt Silva junto a Héctor Cuevas pasarán a la historia como los precursores de la lucha de los trabajadores de la Construcción.
En segundo lugar, homenajear a María Ester Feres, abogada laboralista, quien ocupó el cargo de Directora del Trabajo designada en el gobierno de Ricardo Lagos y debió ser la contraparte en la huelga de los funcionarios y funcionarias de ese servicio público, ANFUNTCH, no realizó los descuentos de los días de huelga y terminó con la contratación a honorarios en el Servicio. Debió renunciar por estos hechos. Fue una gran amiga de la FESIN apoyando la labor de la Federación en distintos momentos. Hasta el día de hoy sus dictámenes de protección del trabajador frente al capital permiten a los sindicatos abrirse paso en el Código del Trabajo al amparo del plan laboral de la dictadura de Pinochet y posteriores modificaciones que han estado en beneficio de los empresarios.
Y, en tercer lugar, al compañero Moises Labraña, insigne dirigente de los trabajadores de la minería, en particular de la Confederación de Trabajadores de la Minería, CONFEMIN, quien hizo frente a la represión de la dictadura con entereza y convicción. El movimiento sindical de la minería hiper segmentado y atomizado le debe un homenaje a este hombre que debiera traducirse en unidad y lucha junto al pueblo.
